Este emocionante proyecto de reforma combina la cocina con el salón comedor para crear un espacio integrado y funcional. La selección de materiales es clave para conseguir un resultado excepcional.
El roble natural, con su cálido y natural aspecto, se utiliza para los muebles de cocina, creando un ambiente acogedor y familiar. El mármol blanco italiano, elegante y sofisticado, se emplea en contadores y superficies para añadir un toque de lujo. El suelo de microcemento, con su apariencia moderna e industrial, aporta personalidad y carácter al espacio.
Para aumentar la luminosidad, se incorporan otros elementos en colores claros como blancos, beiges y cremas, que reflejan la luz y amplían visualmente el espacio. Esta combinación de materiales y colores crea un ambiente luminoso, espacioso y contemporáneo.
El resultado es una cocina integrada en el salón comedor que invita a compartir momentos especiales, a la vez que ofrece funcionalidad y estilo. Este proyecto transforma el espacio en un lugar acogedor, moderno y lleno de encanto.